Es conocido en el mundo médico que el hacer ejercicio remodela las paredes del corazón.
Este remodelamiento es para bien, ya que las hace más fuertes y las adecúa para rendir y manejar mejor las cargas del entrenamiento.
¿Esto quiere decir que cuando practicas un deporte tu corazón es más sano?
Sin duda alguna. Sobre todo cuando lo comparamos con el de una persona sedentaria.
Partiendo de que es bueno hacer ejercicio y que los deportes modifican la arquitectura del corazón, resulta interesante ver que es poco lo que se ha estudiado sobre las diferencias que aparecen en el corazón de los atletas, tomando como punto de referencia el deporte que practican.
Antes de ahondar en aguas profundas, hablemos un poco sobre la anatomía y fisiología del corazón…
El corazón es el órgano que se encarga de bombear la sangre a través del cuerpo. Consta de 4 cámaras: 2 superiores llamadas aurículas, y 2 inferiores conocidas como ventrículos.
La aurícula derecha se encarga de recibir la sangre que viene de todo el cuerpo (es decir, aquella que viene desoxigenada) y la envía al ventrículo del mismo lado.
De ahí pasa a los pulmones, donde al llegar a los alvéolos la sangre cederá el dióxido de carbono (CO₂) a cambio de oxígeno (O₂).
Luego de que ocurre este intercambio gaseoso, la sangre pasa de los pulmones a la aurícula izquierda y de ahí al ventrículo ipsilateral. La función de este último es bombear la sangre rica en O₂ al resto del cuerpo.
Esto sucede millones de veces al día… cada vez que suenan los 2 latidos del corazón (lup-dup, lup-dup, lup-dup) este órgano está cumpliendo con esta labor.
¿Qué sucede cuando hacemos ejercicio?
Veamos algunos trabajos científicos que han empezado a estudiar cómo determinado deporte adapta la anatomía del corazón a su conveniencia, con respecto a otro…
En el 2015 el equipo de Wasfy MM et al. publicó un artículo sobre las diferencias anatómicas y fisiológicas que existían entre el corazón de los corredores versus el de los remeros (atletas que practicaban remo).
El resultado obtenido en este estudio fue, que los remeros presentan un ventrículo izquierdo con paredes más gruesas y volúmenes amplios. Mientras que en los corredores, sólo se modificó el volumen sin verse afectado el grosor de las paredes.
A finales de 2018 un nuevo estudio publicado por Currie KD., et al. en la revista Frontiers in Phisiology, comparaba la función del corazón entre nadadores y corredores de élite.
Dicha investigación se realizó en la Universidad de Guelph en Canadá, y fueron reclutados para el mismo 32 atletas, 16 participantes para cada grupo.
El resultado obtenido en este estudio fue que el corazón de los corredores se llenaba más rápido que el de los nadadores.
Sin embargo, el resto de los parámetros analizados no fueron tan determinantes como para concluir que sí hay diferencia, por lo que sugieren realizar más investigaciones sobre el tema.
Probablemente esto se deba a que el corazón de los nadadores se encuentra al mismo nivel del resto del cuerpo, por ende la distribución de la sangre es más sencilla ya que no debe vencer la gravedad, como sí sucede en el caso de los corredores.
La natación es un deporte distinto a los demás por muchas razones, entre ellas:
- Al encontrarse el cuerpo en posición horizontal durante su práctica, le es más sencillo al corazón bombear la sangre).
- Hay muchos períodos de apnea durante su práctica.
- Se utiliza sólo el 30% del peso total del organismo contra la resistencia del agua.
Todas estas circunstancias, favorecen a que el remodelado sea distinto en este deporte.
Conclusión
A nivel médico y de las ciencias del deporte se sabe que, al hacer ejercicio, se modifica la anatomía del ventrículo izquierdo. Y estos estudios han demostrado que esta premisa es cierta.
Una de las razones por las cuales esta modificación ocurre es, por la gran demanda de oxígeno que tienen los músculos al ejercitarse, específicamente al hacer ejercicio aeróbico.
Al modificarse la anatomía de este órgano, su funcionamiento también mejora permitiendo de esta manera que, el corazón se llene más rápido y acepte una mayor capacidad de sangre para poder bombearla con mayor rapidez.
Si bien en el pasado se habían hecho estudios comparando el remodelado del corazón entre corredores y remeros, es la primera vez que se realiza la comparación con nadadores.
Digamos que cada deporte modifica la arquitectura de este órgano según sus necesidades.
Todavía queda mucho por esclarecer, pero es un hecho que hacer ejercicio nos hace ser más sanos.
El sedentarismo afecta a gran parte de la población del planeta. Es nuestro deber educar a las personas para que este disminuya, y con él las enfermedades que lleva asociadas.
Este post está basado en un artículo publicado abril de 2019, en The New York Times sobre la diferencia del desarrollo del corazón entre nadadores y corredores élite.
Foto de portada tomada por Alexandru Acea, en Unsplash
Si te ha gustado este post y conoces a alguien que le podría interesar, te invito a compartirlo.
¿Deseas recibir más información sobre running? Forma parte de nuestra comunidad y te llegarán los artículos a tu bandeja de entrada 👇
Leave a Reply