Empezar a Correr: Un Pequeño Paso Puede Cambiar Tu Vida
Tomar la decisión de empezar a correr puede ser, algunas veces, abrumador.
Uno piensa que tiene que hacer mil cosas al mismo tiempo para poder cumplir con un calendario de actividades, y cuadrarlas dentro del esquema de vida que venimos viviendo día tras día.
Es salir de nuestra zona de confort (que puede ser trabajar, ver televisión o estar en casa sin hacer nada), para adentrarnos en un mundo desconocido.
Además mucha gente (que no corre) te advierte de antemano que no debes hacerlo, porque (según ellos): “se te van a desgastar las rodillas”, “te puedes torcer un tobillo”, “te puedes caer”, “para que vas a correr si puedes ir andando, en carro o en coche?”, y una gran lista de pretextos.
Pero correr es mucho más que todas esas excusas juntas, es tan gratificante que con solo intentarlo, ya te sientes bien.
Cada día es un logro distinto, por pequeña que sea la distancia, es un logro. Las grandes hazañas, siempre empezaron con un pequeño paso.
Sólo se trata de comprometernos con esa meta que nos ha pasado por la mente, e irla cumpliendo día a día.
¿Pueden pasar cosas inesperadas en el camino?: si, ¿podrían no pasar?: ¡también!
El simple hecho de imaginar que somos capaces de correr (la distancia que nos propongamos), ya nos pone en ventaja con respecto a todos aquellos que o no lo sueñan, o no se lo permiten.
Todo comienza con darnos permiso…
Todos, hasta los más grandes, empezaron de menos a más, no importa tu peso, ni si eres o eras fumador. Si tomas la decisión, cada día estarás más cerca de ser más sano.
Hay muchas personas obesas que corren o hacen triatlones, y aunque externamente la gente piense que son menos sanos, son mucho más saludables que muchas personas sedentarias y con un peso dentro de los “estándares”.
Ellos se propusieron empezar poco a poco, y cada día están más cerca de conseguir su meta, de conquistar la distancia que desean, el peso que sueñan, la medalla que anhelan. Y, a decir verdad, todos podemos lograrlo.
Una vez me dijeron, “vosotros los corredores, sois como una secta”, el comentario me dio muchísima risa (me sigue dando risa actualmente).
Y lo que le seguía era algo así como: una vez que empiezan a correr sólo hablan de eso, le cuentan a todo el mundo cuánto corrieron, dónde, a qué paso, cómo se sintieron, qué comieron, qué zapatillas usaron, qué comieron antes, durante y depués, qué temperatura hacía, y un sin fin de cosas más que llegan a mi cabeza de golpe.
Cuando lo vi desde ese punto de vista, pensé pues si, parece que si somos una secta…
Somos un grupo de “locos sanos” que salimos a colorear las calles y los parques sonriendo, escuchando música, hablando, algunos cantando, en fin, viviendo la vida y las ciudades desde otro ángulo, desde el ángulo de la salud, queriendo mejorar cada día sus marcas personales, sus conquistas, pero sobre todo queriendo mejorar como personas.
Por eso, si te has planteado alguna vez, empezar a correr, recuerda que: ¡un pequeño paso, puede cambiar tu vida para siempre!
Gracias por llegar hasta aquí y leer estas líneas, me encantará saber si tienes alguna carrera en mente, si quieres empezar desde cero, o cuál es tu próximo objetivo?!
[convertkit form=5218126]Foto Bruno Nascimento en Unsplash
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