Entrenar cuerpo y mente

Entrenar cuerpo y mente

Hacer ejercicio o entrenar trae múltiples beneficios tanto para tu mente como para tu cuerpo.

Regalarte un tiempo para ti aunque sea corto, provoca en tu cerebro una sensación de bienestar que perdurará durante todo el día.

En los años que llevo corriendo siempre me ha llamado la atención lo bien que me siento luego de culminar un entreno.

Esa sensación no sólo aparece al terminar la sesión, sino que perdura a lo largo del día.

Con la misma intensidad, pero de manera contraria me ocurre que, si me salto una ida a correr, nadar, rodar o fortalecer me siento fatal.

Y no sólo eso, sino que el reclamo me lo hago todo el día. Es como un reproche constante a mi misma, por haber faltado.

Existen múltiples estudios que han demostrado que practicar algún deporte, o incluso salir a caminar, puede mejorar tu estado anímico.

Según una investigación realizada por los doctores Sleiman S. et al,, al hacer ejercicio disminuyen los síntomas que están asociados tanto a la depresión como a la ansiedad.

En nuestra sociedad gran parte de la población sufre de algún grado de depresión y/o ansiedad, y la ciencia ha demostrado que hacer ejercicio aminora estos síntomas.

Al depresivo lo vuelve más alegre, y al ansioso más calmado.

El efecto que tiene el ejercicio sobre el cerebro es más importante incluso que, el que tienen los antidepresivos.

Además tiene la ventaja de que la mejoría en el ánimo proviene de algo que hizo la persona por sí misma, lo que le confiere una mayor adherencia a este “método”.

Cuando una persona toma un antidepresivo, la sensación de bienestar proviene de algo que no está dentro de sí (una pastilla), por ende el individuo pasa a depender de un factor extrínseco y crea una adicción al medicamento. Porque siente que si no lo toma, no va a sentirse bien.

Sin embargo, cuando esta persona sale a correr, entrenar o hacer cualquier tipo de ejercicio físico, es él mismo el que se está proporcionando la mejoría… es su mérito.

Por ende, la adherencia suele ser mayor y por eso los resultados son tan alentadores.

Una terapia no excluye la otra, incluso es una excelente idea combinar tanto la medicación como el ejercicio para mejorar la condición de base.

Si a lo anterior le sumamos que, al entrenar mejora la calidad del sueño, haciendo que este sea más reparador, parece necesario regar la voz para que todos lo implementemos.

Además correr nos ayuda a ser más resilientes ante los problemas que podamos encontrar en nuestro día a día. Ayudándonos a ver situaciones desde distintas perspectivas.

Con sólo 30 minutos de entrenamiento, el cerebro es capaz de liberar sustancias que están relacionadas con el bienestar, por lo que somos más pacientes ante las adversidades.

Sin embargo, a pesar de conocer todos estos beneficios, muchas veces nos cuesta levantarnos de la cama o de la mesa de trabajo para salir a entrenar.

En mi caso particular, cuando eso me sucede, trato de conectarme con la sensación de bienestar que tendré luego de haber hecho ejercicio.

Por muy corta que sea la sesión, siempre será un logro el haber salido de la “zona de confort” para conquistar unos kilómetros.

Bien lo decía el poeta Juvenal en la antigua Roma: “anima sana in corpore sano”, o lo que es lo mismo: “mente sana en cuerpo sano”.

Al adoptar esta buena práctica no sólo vamos a lograr vernos mejor físicamente, porque cambiaremos tejido graso por masa muscular haciendo que nuestro cuerpo adquiera una mejor silueta.

Sino que la imagen mental que tenemos de nosotros mismos también se verá favorecida, porque estamos logrando salir de la rutina del día a día para adentrarnos en lo desconocido.

Al hacer ejercicio y ser consecuente en ello, nos sentiremos más capaces ante los retos que nos presente la vida.

Otros beneficios que podemos encontrar al entrenar cuerpo y mente…

El ejercicio aeróbico se ha relacionado con una mejora en los niveles de BDNF (factor neurotrófico derivado del cerebro), una proteína que ayuda a construir conexiones neuronales y que a su vez ayuda a mejorar nuestra respuesta al estrés.

Podríamos decir entonces que, al ejercitarnos nuestro cerebro se rejuvenece.

Hace algunas décadas se pensaba que hacer ejercicio sólo nos traía una mejora en el aspecto físico, de hecho mucha gente renegaba de él porque creían que “no les aportaba nada”.

Hoy en día sabemos que para ser más prolíficos (intelectualmente hablando) es mejor incorporar tempranamente el ejercicio a nuestras vidas.

¿Cómo entrenamos nuestra mente?

Luego de que llevamos tiempo ejercitándonos, es importante incluir dentro de nuestra rutina el trabajo mental.

Es decir, que eduquemos a nuestro cerebro para se acostumbre a las cargas de entrenamiento y que exista una conversación interna positiva.

Este trabajo es fundamental en las tiradas largas, y debe incorporarse paulatinamente.

Hay carreras que se ganan con la mente.

Si bien hay factores que no controlas porque se escapan de nuestras manos (como la temperatura ambiental), la manera en que enfoques esas eventualidades SÍ puedes trabajarlas, para que no estén en tu contra el día de la carrera.

Es decir, podemos preparar la mente para cualquier escenario de manera que podamos sobreponernos en el dado caso de que ocurra algo inesperado.

Recuerda: no importa la distancia para la cual estés entrenando, siempre es importante incluir el trabajo mental.

¿Por qué?

Porque para poder percibir que las cosas están saliendo como queremos, debemos haber trabajado para ello… las eventualidades existen.

Hay muchas técnicas para entrenar la mente, por ejemplo, Gwen Jorgensen la triatleta que ganó oro en las olimpiadas de Río 2016, hizo por medio de realidad virtual la ruta de la carrera durante muchos meses.

Es decir, además de prepararse físicamente, su mente ya conocía el recorrido y las sensaciones que podía experimentar en cada punto, a pesar de no haber estado ahí en persona.

Trabajó con antelación cada parte, se adelantó a los posibles escenarios que encontraría y se preparó

¿Qué logró con eso?

Conseguir el oro olímpico, en unas situaciones de calor y humedad que su cuerpo no había enfrentado nunca.

Si bien la mayoría de nosotros no somos atletas élite, y compartimos el deporte con varias horas de trabajo al día, podemos simular en nuestra mente varios escenarios para que no nos agarren desprevenidos.

Recuerdo que, el día que me inscribí en mis primeros 10K me parecía imposible lograr esa distancia. Pero más pudieron mis ganas de hacerlo que el miedo que me provocaba.

Con esto no te quiero decir que haya que buscar un carrera larga o un reto demasiado exigente.

En mi caso, lo lógico hubiera sido que comenzara con una distancia más corta (5K por ejemplo), pero mi mente funciona así: le encantan los grandes retos.

Así que sin ningún tipo de conocimiento sobre el tema y únicamente con las ganas de lograrlo, llegué a esa carrera y la terminé.

Todos podemos mucho más de lo que creemos posible, sólo falta que nos lo imaginemos y luego nos dediquemos a entrenar el cuerpo y la mente.

Independientemente del deporte que practiques, utiliza parte de tu tiempo a desarrollar esta herramienta.

Yo lo hice la primera vez de manera empírica y funcionó. Luego, he venido estudiando y perfeccionando el tema.

Luego de conocer algunos de los beneficios que trae el entrenar el cuerpo y la mente, parece imperioso que reguemos la voz, para que cada día más personas puedan beneficiarse.

¿Utilizas alguna herramienta para entrenar la mente? ¿Tienes algún mantra o palabra especial para cuando las cosas se ponen rudas? Déjame un comentario para saber

Foto tomada de Unsplash por Alina Grubnyak

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Isabella Diaz Blancofombona
https://www.drrunner.com

Cirujano general, maratonista y ultramaratonista. Medicina y rehabilitación deportiva. Máster en entrenamiento deportivo.


4 Comments

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Gracias, mi doctora Bella. Me encanto ese artículo.

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Gracias a ti Liduvina, por tomarte el tiempo de leerlo! 💖
Un abrazo grande, espero que sigas sumando kilómetros 🏃‍♀️

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Aún no tengo esa palabra o frase… pero me haré una…gracias por comparitr tu experiencia… siempre es agradable leerte Isa.

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Hola Nesmir, que bueno tenerte por aquí 😊
Esos días que voy a entrenar y me siento especialmente cansada, suelo repetirme varias frases:
1. Un paso a la vez.
2. Falta menos…
3. Disfruta cada paso (hay gente que quisiera correr y no puede).
4. Este último es un cuento real: Cuando corría mi 2do maratón (tuve serios problemas gastrointestinales -serios-). Entonces, en un momento dado llegó a mi mente el slogan de Nike «Just do it», así que lo tomé como mi mantra en ese momento. Fue un maratón muy fuerte porque también me dio un broncoespasmo, así que al final me reía sola y me decía: «No mires para arriba no vaya a ser que te caiga un piano encima» jajajajaja y así llegué a la meta! Deshidratada con broncoespasmo, pero feliz de haber terminado!!
A veces los mantras llegan solos, en los momentos en los que más los necesitamos (aunque siempre es mejor si cargamos algunos en los bolsillos)!
Un abrazo,
Cuando consigas el tuyo, me cuentas!

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