Obesidad y Correr ¡Tú Puedes Lograrlo!
La obesidad es una enfermedad que se caracteriza por un gran acúmulo de tejido graso en el organismo.
Esta grasa puede estar distribuida distalmente (centrífuga) o, concentrarse a nivel abdominal (centrípeta), y aquí puede estar depositada interna o externamente.
Si bien la obesidad, independientemente de la ubicación de la grasa, es dañina, la que cursa con acumulación a nivel abdominal lo es muchísimo más.
Se ha demostrado en múltiples estudios que la obesidad centrípeta está más relacionada con otras enfermedades.
Los problemas de tener sobrepeso o algún grado de obesidad, son las implicaciones que este estado trae.
Como por ejemplo, la resistencia a la insulina (tan común actualmente), la diabetes, hipertensión arterial, hipertrigliceridemia, apnea del sueño, entre otros.
No se trata de un tema estético, se trata de una cuestión de salud que, en muchas partes del mundo se ha ido de las manos.
Generalmente, para que una persona sea obesa, se cumplen dos premisas:
- Sedentarismo
- Gran ingesta calórica
Ser sedentario, implica hacer menos de 300 minutos semanales de actividad física moderada (como caminar rápido).
Si a eso le sumamos una dieta pobre en nutrientes y alta en azúcares refinados (gaseosas, bollería o dulces de panadería, la balanza se inclina hacia el aumento de peso.
Este círculo vicioso muchas veces paraliza a las personas, porque no saben cómo comenzar a vivir una vida más sana, donde haya más movimiento y una mejor alimentación.
A lo largo de mi carrera…
siempre me ha llamado la atención la fuerza de voluntad que tienen, todo aquel que diga que las personas con sobrepeso son así porque quieren, no tiene ni idea del viacrucis que estas personas pasan para mejorar su estado.
De hecho pueden llegar a ser las personas más perseverantes: han hecho todas las dietas, todas las promesas, todos los intentos para ser más delgados y por alguna razón fallan.
Es importante que el lector sepa que a nadie le gusta ser el centro del bullying, y esta población suele serlo.
He visto cómo los critican por su modo de comer, y a la vez cómo los critican cuando los ven haciendo ejercicio.
Hace varios años…
cuando trabajaba como cirujano, hice un fellow en cirugía bariátrica o cirugía para la obesidad, trabajé en un grupo donde éramos 4 cirujanos, 1 nutricionista y 1 psicóloga, todos enfocados en ayudar a cada una de las personas que nos consultaban.
Ahí aprendí que estas personas hacen de todo, antes de llegar a tomar la gran decisión de operarse. A pesar de que muchos piensan que es una decisión fácil y rápida, nada más alejado de la realidad.
Entre otras cosas porque es una cirugía compleja, y como todo acto quirúrgico implica riesgos antes y después de la misma. Y un cambio drástico en los hábitos de vida.
Mi parte preferida del trabajo (fuera del quirófano) era darle las indicaciones del alta de la clínica a los 2-3 días de operados.
Luego, a los 15 días (cuando se le retiraban los puntos y se les enseñaba sobre su “nueva vida”), podía pasar casi una hora explicándoles qué ejercicios hacer y cómo ir progresando en los mismos.
Fue ahí cuando me di cuenta que, mi propósito en la vida podía ser otro al que estaba realizando, porque la pasión y el esmero con que lo hacía llamaron tanto mi atención como la del resto del equipo donde trabajaba.
Motivo por el cual,
decidí enfocar mi energía hacia nuevos mundos y aprender nuevas herramientas que me llenaban tanto como la cirugía.
Esa es la razón por la que me parece importante que, si tienes sobrepeso o algún grado de obesidad, busques las mejores opciones que se adapten a ti.
No todo el mundo tiene que operarse, de hecho, lo ideal es explorar otras opciones antes de tomar esa decisión.
Puedes empezar por un plan de ejercicios adaptado a tus condiciones (y dirigido por alguien que conozca el tema), combinado con una dieta baja en calorías (controlada por un nutricionista).
Tanto si estás operado como si no lo estás, es importante que incluyas en tu vida algo de movimiento.
Es por eso me encanta ver en las calles y parques, e incluso leer en revistas deportivas, cuando alguien con sobrepeso u obesidad empieza a correr.
Son muchas las historias que puedes conseguir, historias de logros que jamás habían soñado y que, con perseverancia y un plan de entrenamiento bien estructurado, pudieron cumplirlo.
¿Cómo saber si tengo sobrepeso u obesidad?
La forma más sencilla para saberlo es calculando tu Índice de Masa Corporal (IMC), que es una fórmula en la que se divide tu peso (en kilogramos) entre el cuadrado de tu estatura (en metros).
Por ejemplo si pesas 55Kg y mides 1,60m, tendrías que dividir 55 / (1,60)2
O lo que es lo mismo: 55 / 2,56 = 21,5. Lo que estaría dentro de un rango de peso normal.
Abajo te dejo la fórmula, para que puedas calcular el tuyo, y los rangos de clasificación.
IMC = Peso (Kg) / Talla (m)2
Rangos de peso | IMC |
Bajo peso | < 18,5 |
Normal | 18,6 – 24,9 |
Sobrepeso | 25 – 29,9 |
Obesidad grado 1 | 30 – 34,9 |
Obesidad grado 2 | 35 – 39,9 |
Obesidad mórbida | 40 – 49,9 |
Obesidad súper mórbida | 50 – 59,9 |
Obesidad súper súper mórbida | ≥ 60 |
¿Puedo correr si tengo algún grado de obesidad?
Uno de los miedos más grandes que la gente tiene es pensar ¿qué va a pasar con mis articulaciones? Lo que muchos no saben es que esta parte del cuerpo sufre más, mientras menos ejercicio se hace.
Si decides seguir un plan que sea progresivo y personalizado: SÍ PUEDES CORRER. Es ideal que este vaya acompañado de una restricción calórica manejada por un nutricionista. Para que la pérdida de peso sea a predominio del tejido graso y no del muscular.
¿Puedo correr si me hice una cirugía bariátrica?
Es importante que si invertiste tiempo, ilusión y dinero en este procedimiento lo acompañes de ejercicio para que la piel se vaya recogiendo progresivamente.
De esta manera, evitas que al perder peso, quede un gran excedente de tejido colgando.
Correr es un ejercicio que además de ayudarte a perder kilos de manera progresiva, te hará ganar resistencia cardiorespiratoria y le sumará años a tu vida.
Para lograrlo sólo necesitarás a un buen entrenador que esté pendiente de tu evolución y que vaya sumando ejercicios y kilómetros progresivamente.
Y además, un buen par de zapatos, acorde a tu tipo de pie y peso. Este implemento es el más importante en la vida de cualquier corredor.
¡No todas las zapatillas de correr le sirven a todo el mundo!
Si quieres incursionar en este mundo de salud y de las carreras, no dudes en consultarlo aquí. En Dr. Runner, crearemos un plan adaptado a tus condiciones y necesidades.
Conclusión:
Si quieres bajar de peso haciendo ejercicio, y además te provoca incursionar en el mundo del running, ¡contáctanos!
Cálzate tus zapatillas y progresivamente irás conquistando primero unos metros y luego unos kilómetros.
¡Cambiar viejos hábitos de sedentarismo y mala alimentación es posible, y sobre todo es necesario!
Deja que la obesidad sea cosa del pasado…
La salud es un pilar que se construye paso a paso, con mucha ilusión y paciencia.
Si aún no has leído el artículo anterior que habla sobre el sedentarismo y qué debemos hacer al respecto, te invito a revisarlo, son las pautas del 2018 sobre este tema.
Pautas de Actividad Física – Guía 2018.
Para recibir los artículos de Dr. Runner en tu bandeja de entrada, suscríbete aquí abajo 👇
Foto de portada: Madelon FR – Unsplash
4 Comments
Isa, yo estoy algo pasada de peso, 58KG, mido 1.55, eso da como 37, para estar normal tendría que pesar como 45Kg o menos, yo he estado super flaca con 47 Kg y aun así saldría con obesidad tipo 1…
Hola María Isabel!
Cómo has estado? Te cuento que estás perfecta en el peso que estás ahorita, porque si divides 58 entre el cuadrado de 1,55, sería: 58/2,40 que daría un total de 24,2 (que está dentro del rango normal). Si bajaras a 47Kg seguirías dentro de la normalidad (19,6)!
Gracias por escribir,
Un abrazo 🙂
Hola Isa! Excelente artículo como siempre. Te cuento algo, nunca he sido de hacer actividad física (evidentemente, se me nota 😂🤣😂🤣) a veces tomo la iniciativa y arranco con muchas ganas y entusiasmo, y me digo como 30 veces al año, esta vez si y nada ni nadie me va a parar. Y qué pasa? Que no he logrado pasar de un mes, eso es lo máximo que he podido hacer un entrenamiento continuo (caminata), luego me desanimo, me da fastidio y busco las mil y una excusa estúpida para sabotearme a mi misma. No sé por qué me cuesta tanto mantenerme haciendo ejercicios. Pierdo el interés y vuelvo a mi vida loca de abusos (chucherias e inactividad). No sé si podrías darme algunos consejos para mantenerme animada, no desistir al mes y poder continuar con esos hábitos que me cuestan tanto iniciar. Besos y abrazos!!! 😘😘😘
Hola Rosi! Gracias por escribir 😊
Lo primero que debemos hacer es crear el hábito, y la mejor manera es yendo poco a poco. Es decir, empieza yendo a caminar 15 minutos (durante ese tiempo trata de enfocarte en lo bien que te sientes regalándote ese espacio contigo misma).
Crear un hábito se dice y se escribe fácil, pero cuesta mantenerlo. Por eso te digo que te enfoques en lo bien que te sientes, o en la meta que quieres lograr. Muchas veces uno se pone metas muy altas, y como son tan altas uno opta por sabotearse y no cumplirlas… por eso es mejor empezar con pequeños esfuerzos para conseguir grandes logros!
Avísame cuando empieces, y luego anota en una agenda o diario lo que has logrado. Eso te ayudará a mantenerlo cuando las ganas flaqueen!
Un abrazo,